Con incertidumbre, por la ausencia de preparatoria en los máximos favoritos, y muchas
 
esperanzas se presentan las Poules de 2020.
En el Valderas, Enrique León presentará a Linda y Lady Trinity, ambas con serias dudas de que
lleguen a la milla. En el caso de la castaña de Tonetti, sus entrenamientos estaban siendo bestiales -lo
decía alguien que ha entrenado a Noozhoh Canarias-, pero hace 2 semanas, en Lasarte, su carrera fue
deplorable, le toca desmentir actuación en la pista donde nos enamoró a todos; con respecto a la del
marqués, hay que resaltar que, a 2 años, fue muy respetada pensando en este tipo de carreras a 3 años,
debe subir su valor si quiere aparecer en la llegada, aunque ha estado bien batida por Guerreira.
Precisamente, es la portuguesa quien debe copar el máximo favoritismo por méritos en pista, ganadora en
3 de sus 4 actuaciones, incluyendo Criterium Internacional y Carlos Sobrino, sólo cedió en el Gran
Criterium ante Salar Island, por la mínima; sus objetivos estaban en Francia, pero le ha tocado reciclarse
y centrarse en nuestros grandes premios, anque a este no llega al 100%, pero dado su gran valor y calidad
podría ser suficiente. El campeón de la estadística siempre se ha mostrado ilusionado con Tarantela; esta
hija de Camelot no debería sentir la falta de preparatoria porque llega bien trabajada. Por actuaciones es
quien menos ha demostrado, pero la clase no se compra y ella la muestra a raudales, además, tiene más
metros que ninguna. Pravia llega muy en forma tras ganar en Lasarte, pero una pista tan rápida como la de
Madrid le perjudica. Para el final dejo a Viana, otra hija de Camelot, que fue la potra que en diciembre se
atrevió a doblegar a Rodaballo -la gran esperanza nacional- en su debut, demostrando que tiene metros y
mucho corazón. Parece llegar a la Poule con buenos entrenamientos en el Soto y es, junto a Tarantela, el
melón por abrir en esta Poule.
Guerreira – Viana – Tarantella
 
Más claro, a priori, parece el Cimera, con Salar Island y su 40 FR como buen filtro de calidad,
aunque será la primera vez que se enfrente a un lote tan numeroso, pero a él le beneficia que se corra de
verdad y, en este lote, eso parece asegurado; máxima confianza en el campeón del Gran Criterium y
sólida base de gemelas y tríos. La gran ilusión de este 2020 es Rodaballo, no se pueden encontrar
argumentos en contra de este hijo de Lope de Vega que llega en perfectas condiciones a la carrera. La
forma en que ganó en su reaparición -allá por marzo- nos ha hecho ir quitando hojas al calendario
deseando volver a verle ante los mejores potros del país. Esperemos que todo vaya bien con él y
disfrutémosle.
No me parece que Marrero pueda alcanzar tanto valor en la exigente milla de la Zarzuela, y menos si
decide pelearse en punta y poner, como acostumbra, ese ritmo tan elevado desde el golpe de cajones; su
objetivo debería ser pelear la tercera plaza del trío. Para Pelliquero será su primer gran premio, pero
promete no ser el último, su distancia estará más cerca del doble kilómetro que de la milla -donde le
cuesta seguir el paso y dar su máximo valor-, entrará en las últimas posiciones a la recta e iniciará un
remate de calidad; máximo candidato para lo que dejen los dos favoritos. Para llevarse un aguinaldo el
primer día de verano bastaría con añadir a Orzowei en el trío; es la estrella y el protegido del patio de
Leyla Ennouni, con él llega un poco a ciegas al no haberle podido contrastar en la preparatoria lo que
 
demuestra en los entrenamientos; en su contra juega lo mal que suele salir de los cajones.
Rodaballo – Salar Island - Marrero